¿Cuándo decidir si se debe comprar un seguro y cuándo no?

El contrato de seguro o las pólizas de seguros, nos ayudan a cubrir esas pérdidas económicas que pueden tener un peso importante en nuestro patrimonio, a cambio de la prima o monto de dinero que exige la compañía aseguradora. Pero ¿realmente es útil el seguro? es decir, ¿todos debemos adquirir todos los tipos de seguros habidos y por haber? ¿Cuándo decidir si se debe comprar un seguro y cuándo no?.

Primero definamos algunos los términos siniestro y riesgo.

Siniestro.

Supongamos que va camino a su trabajo como un día cualquiera, de pronto siente un fuerte dolor que le impide continuar con su rutina y decide ingresar a la emergencia de un centro de salud, le hacen unos exámenes y el doctor le explica que debe ser operado ya que tiene una condición médica llamada apendicitis. Esta operación tiene el costo equivalente a un monto mayor a sus ahorros, por lo cual deberá endeudarse para cubrir el resto.

Según la terminología aseguradora, la situación anterior es denominada siniestro, ya que cumple con las siguientes características:
  1. Su ocurrencia es independiente de la voluntad de la persona. Usted no hizo nada en especial para provocar la apendicitis.
  2. Genera una consecuencia económica. En el ejemplo, se queda endeudado y sin ahorros.
  3. No hay manera de saber si le ocurrirá a usted. Aunque los médicos llevan estadísticas de las apendicitis, el individuo del ejemplo no tenía manera de saber que se sumaría a esas estadísticas de afectados.
Existen excepciones de sucesos "felices" que pueden estar amparados por las compañías de seguros y ademas de alguna manera son provocados por las personas. A estos sucesos dichosos se les evita llamar siniestros. Por ejemplo, traer un hijo al mundo se supone que debe ser el resultado de una planificación familiar y debe ser motivo de felicidad. Otro ejemplo, cuando los organizadores de un torneo de golf prometen regalar un automóvil deportivo de lujo al primer participante que logre hacer un hoyo en uno.

Riesgo.

Existen muchas definiciones de riesgo, no obstante abordemos el relacionado al ámbito asegurador, que en términos sencillos es una combinación del punto 2 y 3 del apartado anterior, es decir, es la probabilidad de que ocurra la consecuencia económica debido a un siniestro. Mientras que el siniestro se refiere a la ocurrencia del suceso, el riesgo se refiere a la probabilidad de tener que lidiar con esas consecuencias económicas debido al suceso. Cuando usted paga una prima a cambio de una póliza de un seguro, se dice que está transfiriendo el riesgo a la compañía de seguros, porque aunque usted sigue estando expuesto a las eventualidades del azar, las consecuencias económicas del siniestro ahora son responsabilidades de la aseguradora.

¿Cuándo decidir si se debe comprar un seguro y cuándo no?

Esta decisión va a depender del patrimonio que tengas en riesgo y a su vez del costo de la prima que estés dispuesto a pagar. Esta decisión genera tres posibles conductas ante el riesgo:
  • Adverso al riesgo: Usted es adverso al riesgo cuando está dispuesto a pagar la prima porque considera razonable su costo ante la eventual pérdida que representa el riesgo al que está expuesto, usted o su patrimonio, por lo cual decide transferir el riesgo a la compañía de seguro asumiendo el costo de la prima.
  • Indiferente ante el riesgo: La prima o el costo de transferir el riesgo representa un costo muy elevado el cual no está dispuesto a pagar. Por lo tanto ante la ocurrencia del siniestro, deberá afrontar las consecuencias económicas con su propio patrimonio, siendo recomendable que vaya constituyendo un fondo de ahorro para que pueda ayudarse a hacerle frente a las posibles eventualidades. Esta situación se puede presentar por ejemplo cuando la probabilidad de ocurrencia del siniestro es muy elevada, por lo cual, desde el punto de vista de quien piensa en asegurarse, el costo de la prima puede representar una parte importante del probable siniestro, por lo cual prefiere arriesgarse y ahorrase la prima.
  • Atraído al riesgo: Quizás esté pensando en alguien que practique deportes extremos, no obstante, en el contexto de transferir riesgo a cambio de prima, las compañías de seguros son entes atraídos por el riesgo. Las aseguradoras conocen las estadísticas de ocurrencia de los siniestros, ellas saben que por ejemplo de 10.000 asegurados, solo a uno se le incendiará la casa al año, por lo tanto la prima que cobre para cubrir ese incendio, debe ser suficiente para cancelar el siniestro, incluso uno o dos más (por seguridad debido a desvíos en las estadísticas), así como también sus propios gastos administrativos, pagar la comisión al asesor de seguros y obtener una ganancia al final del año. Para determinar una prima equitativa entre el asegurado y el asegurador, interviene el profesional llamado actuario, quien realiza los correspondientes cálculos de probabilidades y de finanzas.
Entonces para responder a ¿Cuándo decidir si se debe comprar un seguro y cuándo no? primero debe tener conciencia de que la exposición a diversos riesgos es real, y si alguno de ellos se materializa en un siniestro entonces, deberá afrontar el costo con sus propios recursos, para lo cual es conveniente estar preparado con un fondo de ahorro y asumir el riesgo. Si no quiere verse en esta situación entonces deberá hacer un esfuerzo en cancelar una prima, siempre que el pago de la prima no afecte demasiado su patrimonio. En realidad se trata de una respuesta muy personal en función a sus prioridades, nivel de ingreso y costo de las primas. Considero que contratar un seguro es comprar tranquilidad.

Enlace corto ---> http://goo.gl/OQjMiB
__________________________________________________
  Tema investigado por David Castillo.

   Twitter  linkedin  Google Plus  About me  Facebook  Info de Gerencia

Comentarios